Capítulo 11:
Misiones del ANBU, equipo 5 segunda parte.
Los rayos de sol entraban por una de las pequeñas ventanas de la casa de madera. Serían las 6 de la mañana. Todos se despertaron y se prepararon para salir hacia el objetivo. Moi estaba cansadísimo, no había podido dormir casi nada por culpa de los ronquidos que alguno de los otros tres hacia. Moi sospechaba que era Edgar.
Salieron fuera de la casa. Edgar deshizo los sellos y la casa desapareció. Marcharon hacia el norte. Esta vez el camino fue más ameno, todos charlaron bastante y esto alegraba a Moi. Llegaron a un pueblo cerca del objetivo donde descansaron y comieron al mediodía.
A la tarde llegaron cerca del objetivo. Edgar pidió silencio y empezó a planear la estrategia.
-Vale, os explico el plan actual. Moi, necesito que dibujes ratones para que entren a la cueva y recojan el máximo de información sobre todo; entradas, personas, armas... Mientras Moi hace esto yo y Víctor nos encargaremos de rastrear los alrededores y Jacobo le guardarás las espaldas a Moi. ¿Ha quedado claro?
-Si, lo que una pregunta... ¿Si nos atacan que hacemos?-preguntó Moi-.
-Fácil, si os atacan tendréis que acabar con el enemigo en silencio, nadie debe saber que estamos aquí y habrá que acabar con cualquier molestia como sea.
-¡Entendido!-contestaron el resto al unísono-.
Moi empezó a dibujar los ratones. Cuando hubo acabado, rápidamente Víctor y Edgar salieron en direcciones contrarias para rastrear la zona.
Moi acabó de dibujar los ratones y seguidamente estos salieron corriendo hacia la cueva. Seguidamente Moi cerró los ojos para sincronizarse con los ratones. Mientras Edgar recorría los alrededores vio a dos ninjas de Kumogakure hablando bajo un arbol. Iban con las bandanas rasgadas como muestra de deserción a su villa. Edgar desapareció entre la maleza del bosque...
-¿Lo has notado?-preguntó uno de los ninjas al otro-.
-Si, hay alguien más aquí.-le contestó-.
-(Así que son de tipo sensorial... Bueno, lo hará más entretenido.)-pensó Edgar-.
Los dos ninjas se levantaron del suelo y se pusieron espalda con espalda kunai en mano listos para atacar. No sabían por donde vendría su enemigo,,, Pero sin creerlo, unas ramas salieron del suelo apresando a los dos ninjas
-¡Ha! Pillados.-exclamó Edgar- Ahora bien, decirme si hay alguien más por aquí fuera.
-¿Te crees que somos tontos? ¡No diremos nada!-dijo uno de los ninjas-.
-¿Enserio me vais a obligar a sacaros la información?-dijo Edgar mientras se giraba un poco para dejar ver el logo del clan Uchiha que llevaba en el uniforme-.
-Ey... Mira de que clan es... No vaciles mucho o acabaremos mal...-dijo asustado el otro ninja-.
-¿Crees que me da miedo este? ¡Como si fuese la misma Kaguya! ¡No me da miedo!-le contestó el compañero-.
-Enserio... ¿Enserio no te doy miedo?-le preguntó Edgar-.
El ninja asintió.
-¡A ver si dices lo mismo después de esto!-exclamó Edgar activando su mangekyou sharingan-¡Tsukuyonomi!
El ninja se quedó en blanco, embobado, mirando a la nada. El otro le hablaba pero este no le contestaba.
-¡¿Qué le has hecho?!-le preguntó a Edgar intentando intimidarle-.
-Lo mismo que te haré a ti como no contestes ya... Así que dime si hay alguien más de vosotros por fuera de la cueva.-
-Vale... Te lo diré todo, pero por favor no me hagas eso... Somos un total de seis ninjas, vamos en parejas de dos dependiendo de nuestra procedencia... Nosotros dos somos de Kumogakure, otro grupo está hecho por dos de Kusagakure y el restante por dos antiguos soldados de akatsuki provenientes de Amegakure... Los dos de Kusagakure están camuflados al sud de la cueva y los otros dos dentro de la cueva custodiando a los rehenes...
-Bien hecho.
-¿Ahora me vas a liberar?
-Lo siento, pero no puedo dejar a traidores de las cinco grandes naciones ninja vivos...
Edgar sacó un kunai y se lo estacó en el cuello al ninja. Posteriormente hizo lo mismo con el otro.
Moi veía desde los ratones el interior de la cueva. Era un pasillo largo pero no se veía nada ni a nadie. Sin esperarlo, unos ninjas aparecieron de los arboles, golpeando a Jacobo y dejandole incapacitado en el suelo. Acto seguido se giraron hacia Moi, quién se iba alejando poco a poco intentado escapar.
-¿Dónde vas rubita? Ven, acercate... Que nos vamos a divertir contigo...
Moi se asustó, pensaba que lo violarían. Moi sacó un kunai para intentar defenderse, pero los enemigos sacaron katanas con la cual uno le partió el kunai a Moi.
Los enemigos se abalanzaron hacia Moi con intención de acabar con él, cuando le estacaron las dos katanas en el pecho... Pero... ¡Pluf! Se convirtió en tinta, era un clon.
-Será hijo de p...-exclamó uno-.
Moi acechaba desde lo alto de un árbol a sus enemigos cuando noto una presencia a su espalda... "Buh" exclamó Edgar en tono de burla.
-Parece que ya los has encontrado.-dijo Edgar-.
-Si... Son muy fuertes...
-Tengo una idea, ven que te toque.
Edgar extendió su brazo poniendo su mano sobre el hombro de Moi. El mokuton de Edgar se fue extendiendo por el cuerpo de este, hasta que Edgar tomó la apariencia de Moi.
-Ahora escúchame Moi. Yo iré corriendo hacia ellos haciéndome pasar por ti, en cuando me atraviesen con sus armas los apresaré con mi mokuton y tu tendrás que inmovilizarlos totalmente de alguna manera. ¿Entendido?
-¡Sí!
Edgar salió corriendo con la apariencia de Moi hacia los enemigos.
-¡Eh pringaos! ¡Qué estoy aquí parguelas!
Los enemigos se fueron detrás de él como dos polillas hacia una luz.
"No pueden ser tan tontos, casi igualan en inteligencia a Toni"-pensó Edgar-.
Edgar se tropezó aposta, cayendo al suelo a los pies de un arbol. Los dos individuos llegaron hasta él, levantando sus armas hacia su cuello.
-Has sido muy fácil chico...
Ambos estacaron sus armas en el pecho de Edgar. Pero el mokuton atrapó sus brazos haciendo que no se pudieran mover. Edgar salió de su coraza de madera subiendose a un árbol. Moi apareció de unos matojos dibujando en un pergamino, donde salieron unos leones que apresaron a los enemigos totalmente.
-¿Que vamos a hacer con ellos ahora?..-preguntó Moi-.
-Vas a matar a uno de ellos.-le contestó Edgar-.
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡No puedo hacer eso! ¡No! Ni loco... No puedo...
-Hazlo, venga.
-No puedo... Edgar no... ¿No hay otra salida? Llevarlos presos o algo...
-Nos llevaremos a uno preso, pero el otro no quedará vivo.
-Pero no puedo hacerlo... No puedo... No puedo... ¡No puedo!
-Vale, vale... Ya lo hago yo. Pero que sepas que eso repercutirá en tu evaluación de la misión.
Edgar activó su mangekyou para meterse en la mente de ambos individuos para evaluar quien sería más útil. Una vez se decidió, asesino al otro. Moi estaba triste, no esperaba que la misión acabará así. Una vez muerto, le quitó la bandana para la próxima identificación.
-Moi, quiero que veas una cosa, ya que vas a necesitar hacerla de aquí poco.
Moi le miraba con recelo, no creía que Edgar hubiera sido capaz de hacer lo que había hecho...
Edgar hizo unos sellos y gritó "Jutsu de invocación". Una gran serpiente apareció del sello que se hizo en el suelo. Esta se tragó al individuo vivo. Una vez estaba en el interior de esta Edgar realizó un sello en la barriga de la serpiente y esta desapareció.
-Supongo que sabrás que son las invocaciones. Bueno, ya lo has visto. No se como lo harás, pero quiero que antes de que empiece la segunda parte del torneo tengas una. Si quieres la de serpientes yo puedo ayudarte, pero si quieres otra ya no puedo entrar ahí...
-Vale...
Apareció Víctor con su hermano desmallado en brazos.
-Víctor, tenéis permiso para volver a Konoha e informar que yo y Moi no tardaremos en volver con los rehenes, supongo que los otros dos raptores que estaban al interior de la cueva habrán huido al escuchar tanto jaleo. Yo y Moi destruiremos el armamento que haya en la cueva.
Él asintió y se fue con su hermano. Edgar acertó, la cueva estaba vacía de enemigos, simplemente al fondo se encontraban los rehenes que habían ido a buscar, sin uniformes. Moi los liberó y les explicó todo lo ocurrido mientras Edgar puso papeles explosivos por toda la cueva, que posteriormente al salir todos fue destruida.
Varios días después de caminata, todos llegaron a Konoha.
-Moi, yo iré a entregar en informe y al rehén que hemos capturado, tu puedes ir a descansar a casa. Además, creo que tu abuela Tsunade está por aquí de visita...
Moi se entusiasmó, no sabía nada de su abuela desde hacía tiempo. Si, en efecto, su abuela era una de los tres sannin legendarios(la historia es mía y me la follo cuando quiero).
Moi llegó a casa y sin saludar, se fue directo a ver a su abuela que estaba junto a su madre y su hermano en el salón de su casa. Moi se pusó a comentar toda la misión con su abuela, incluso la actitud tan impropia de Edgar...
-Ay Moisés... ¿Te puedo hacer una pregunta?-le dijo Tsunade-.
-Si, claro...
-¿Tu sabes quien fue Madara Uchiha?.. Y más importante... ¿Sabes quién fue Indra Otsutsuki?
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