miércoles, 7 de junio de 2017

Naruto, el mandato del 6º Hokage. Capítulo 10: Misiones de acceso al ANBU, equipo 5.

Capítulo 9:
Misiones de acceso al ANBU, equipo 5.

 Era de mañana. El Sol empezaba a deslumbrar en Konoha. Era el día, el día del repartimiento de misiones para acceso al ANBU.
Todos los que participaban estaban a las puertas de la residencia del Hokage vestidos con el uniforme de chunnin y jounin.
Fueron entrando uno a uno y les iban dando sus respectivas misiones. El equipo 5 iba a entrar ya. Víctor, Jacobo y Moi entraron, adentro les esperaba Edgar con su antiguo traje del ANBU. El Hokage, sentado en una mesa, desenrollo un papiro y se decidió a darles su misión.

-Aquí tenéis. Es una misión de rango S+. Os quería poner una misión de rango más bajo, pero puesto que vais junto un antiguo miembro del ANBU he pensado que esta misión esta a vuestra altura. A continuación vuestro maestro os la explicará.

-Vale, os diré en que consiste. Hace poco unos rastreadores del ANBU encontraron una pequeña cueva donde empezaron a notar una actividad constante de desertores de Iwagakure y Sunagakrue. Cada día que pasaba iban viendo como estos desertores se estaban armando para algo y decidieron actuar, pero han sido capturados por estos. Nos enviaron una carta solicitando un pago para su liberación. Nuestra misión es entrar en la cueva sin ser vistos y capturar a estos enemigos y liberar a los rehenes. Recordad que no sabemos nada de estos ninjas, solo que están armados y puede que sean de alto rango ya que han sido capaces de secuestrar a un equipo entero del ANBU. ¿Tenéis alguna duda?

-Em... Yo si. ¿Y cómo se supone que entraremos allí sin ser vistos? -preguntó Moi-.

-Ya he pensado eso, una vez allí os contaré, ahora preparaos para la misión. Al mediodía os esperaré en la puerta norte de la ciudad. Quién no este será expulsado del grupo y por lo tanto, suspendido en las pruebas.

-¡Entendido!-dijeron los tres asintiendo con la cabeza-.

Todos salieron de allí. A las afueras del lugar se encontraban el resto del grupo de amigos charlando sobre sus misiones. Moi les saludó pero se tuvo que marchar rápidamente. No quedaba mucho para el mediodía y no podía faltar. Se dirigió a casa de su madre. Cuando entró su madre no estaba y por lo tanto su hermano tampoco. Moi subió a su habitación, la cual estaba decorada con muchos posters de One Piece y de la revista Bravo. Se preparó una mochila con ropa, una cantimplora y un par de cosas básicas como kunais, shurikens, tinta y rollos de papel de chakra. Cuando ya lo tuvo todo fue hacia la puerta donde todos los del equipo ya le esperaban. Era el último, pero por suerte no llegaba tarde.

-Ya estamos todos entonces, venga, vamonos.-dijo Edgar-.
-¡Si!-asintieron todos-.

Todos salieron de Konoha, en dirección hacia Omegakure, al nordeste. Pasaron varias horas y nadie había hablado aún, se notaba que la misión era seria. Cuando llegaron bastante profundo del bosque todos se detuvieron en seco en una pequeña aldea. Era de tarde ya, allá las cuatro y todavía no habían comido.

-Venga, pararemos a descansar. Aquí hay un pequeño restaurante donde sirven arroz. Invito yo.-dijo Edgar-.

Estaban afuera del restaurante, todos comían tranquilamente, pero nadie hablaba. A Moi le incomodaba la situación así que intentó entablar una pequeña conversación.

-Em... Esto... Tengo una pregunta para ti Edgar.
-Dime rubiaza.-le contestó este-.
-¿Tú como has conseguido el mangekyou?
-Ah... Eso... Bueno es una larga historia. ¿Porque?
-Nada... Solo curiosidad...
-Bueno, te puedo decir que fue haciendo las pruebas que estáis haciendo vosotros, de hecho lo activé junto a Raúl.
-¿Enserio? Eso no lo sabía.
-Si, yo le conocí en el ANBU. Y en medio de una misión pues... Lo activé. Pero ya os lo contaré con más tiempo.
-Ah... Vale.
-Vosotros dos, los hermanos. ¿Sabéis como se consigue mangekyou?
-Pues... Pues no, la verdad es que no.-contestó Víctor-.
-Entonces ya lo descubriréis. Venga adelantaros. Hemos de salir cuando antes para poder acampar en el bosque.

Todos se levantaron de las mesas y siguieron marchando hacia el nordeste. Cuando ya se hizo de noche, Edgar les paro en un pequeño descampado del bosque.

-Bien, acamparemos aquí.
-Em... No es por nada. ¿Pero y las tiendas?-preguntó Jacobo-.
-Aaaaah, aquí viene lo bueno. Mirar.-le contestó Edgar-.

Edgar empezó a hacer sellos y... ¡Apareció una enorme casa de madera!



Todos se sorprendieron de esto, nadie esperaba que un usuario del mokuton (elemento madera) también pudiera hacer casas. Entraron adentro, no era de lo mejor en comodidad, pues solo tenía una gran habitación, pero al menos era una pequeña casita donde pasar la noche cubiertos y sin peligros alrededor. Todos cenaron y los hermanos se fueron a dormir rápidamente, menos Moi y Edgar, los cuales salieron fuera de la casa a hacer guardia.

-Te lo voy a contar Moi.
-¿Lo cualo?
-Lo del mangekyou.
-Aah, vale, vale. Vale dime.
-Mira todo empezó en una misión del ANBU... Nosotros teníamos como objetivo acabar con unos desertores de Konoha los cuales eran dos hermanos de nivel jounin que asesinaron a su compañero de equipo por quitarle su byakugan. Mi equipo se componía por Raúl, un antiguo miembro del ANBU llamado Sai, Erika y yo... Todos entablamos una muy buena relación por el viaje, el cual duró 4 días. Nos hicimos muy inseparables yo y esa chica, pero... El último día... El último día ella fue secuestrada junto a nuestro maestro por los renegados. Yo y Raúl conseguimos salvar al maestro, quién estaba acompañado por uno de los hermanos, pero el otro huyó con Erika... Nos dividimos por el bosque para encontrarles. Cuando yo me alejé de todos... Los encontré, pero... Erika estaba muerta en el suelo... A partir de ahí, noté como mi mangekyou se activó y me lancé decidido a por el enemigo... Quién maté de un solo golpe en el pecho con una estaca de madera hecha con mi mokuton...
-Jope... Entiendo que no quisieras contarlo Edgar... 
-Bueno, ya no pasa nada, lo conseguí superar. Pero me cuesta hablar de ello aún así como entenderás...
-Si, te entiendo...

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