sábado, 20 de mayo de 2017

ONE PIECE RE: BIRTH Capítulo 5: Lágrimas de felicidad

ONE PIECE

RE: BIRTH

CAPÍTULO 5:
LÁGRIMAS DE FELICIDAD


KURO: Mierda... mi hombro...
ALISABETH: Siento haber tardado, Miry.
MIRY: No te preocupes. (Le sonríe)

Mientras tanto, en el puerto, ya han empezado las batallas.

BUCHI: Eres un pesado, ríndete de una vez.
FRANÇOIS: ¡Nunca!

Los dos jadean de cansancio, llevan un buen rato intercambiando puñetazos.

FRANÇOIS: Gastaré todas mis fuerzas, pero, allá voy...

François empieza a crecer de tamaño hasta acabar siendo igual de alto que una casa.

CRISTIAN: ¡François, no lo hagas! Todavía no controlas bien tus habilidades.
FRANÇOIS: No me importa, he de cumplir las órdenes de la capitana.
BUCHI: No eres un problema para mí.

Buchi salta y se dispone a golpear a François.

BUCHI: ¡No importa lo grande que seas, te tumbaré de un solo golpe!

François golpea con todas sus fuerzas a Buchi, y lo lanza tan lejos que cae al mar y todos lo pierden de vista.

SHAM: ¡Hermano Buchi!

François vuelve a su tamaño natural y se acuesta en el suelo.

FRANÇOIS: Os dejo el resto a vosotros...
CRISTIAN: Bien.

Cristian ataca a Sham con su martillo pero éste último para el golpe con sus garras.

SHAM: Te tengo, jeje.

Sham lanza el martillo hacia la derecha, y al estar Cristian agarrándolo cae también junto a su arma.

SHAM: ¿De qué está hecho ese martillo? Pesa muchísimo.
CRISTIAN: Tengo que ponerme serio... (Se levanta y coge su martillo de nuevo) Ve preparándote.

Cristian corre hacia Sham.

SHAM: ¿Con ponerte serio te referías a volver a atacarme igual que antes? Pues vaya.

Cristian pasa por el lado de Sham y sigue corriendo, lo cual hace se quede un poco desconcertado.

SHAM: ¿Uh?
CRISTIAN: ¡Boomerang demoledor!

Cristian lanza el martillo desde atrás, golpea a Sham tan fuerte que lo deja inconsciente y el arma vuelve a las manos de su dueño.

CRISTIAN: Hecho. (Se sienta en el suelo para descansar)

Jango saca dos péndulos, los cuales son en realidad armas cortantes.

JANGO: Te trozearé para vengar a mi pie.

Jango trata de cortar a Barnau pero esquiva todos los ataques sin problemas.

BARNAU: ¿Solo tienes eso? (Saca su daga y corta los hilos de los péndulos)
JANGO: ¡Primero me haces daño en el pie y luego te cargas mis queridos péndulos! No te lo perdonaré...

Jango le da una fuerte patada a Barnau, tirándolo al mar.

JANGO: Espero que te ahogues ahí dentro. (Se gira y se coloca el sombrero)

De repente, Barnau sale propulsado del agua hasta impactar contra la espalda de Jango, el cual queda fuera de combate.

BARNAU: No contabas con esto, je, soy un híbrido entre humano y hombre pez, perdona por no avisarte.

En la mansión, Alisabeth y Miry siguen peleando contra Kuro. El mayordomo se desplaza a una gran velocidad por la sala, por lo que las chicas no lo pueden ver y por lo tanto, tampoco pueden defenderse, así que acaban llenas de cortes.

MIRY: Ay... me duelen mucho...
ALISABETH: Aguanta Miry, tú puedes.
KURO: Ya os tengo, voy a acabar rápido con esto.

Kuro se acerca a Miry y le acaricia la mejilla, pero al tener las garras le hace otro corte.

ALISABETH: ¡Aparta. sucia cucaracha!
KURO: ¡¿Cómo me has llamado?!

Alisabeth crea una ráfaga de viento y tira a Kuro hacia atrás, apartándose de Miry.

KURO: ¿C-cómo?
ALISABETH: ¡Miry, ahora!

Miry asiente, las dos van hacia Kuro impulsadas por el viento de Alisabeth.

ALISABETH: ¡Técnica combinada, caza del mayordomo!

Las dos atacan a la vez con sus armas, la barra de Miry golpea en la cara a Kuro, haciendo que se rompan sus garras, y la espada de Alisabeth provoca un enorme corte en el mayordomo, que va desde el pecho hasta el ombligo.

KURO: He... perdido...

Kuro cae al suelo derrotado.

ALISABETH: Al fin... (Suspira)
MIRY: Gracias...
ALISABETH: No las des, sería cruel que nos hubiésemos ido sabiendo que Kuro te iba a matar.
MIRY: ¿Te has quedado para ayudarme?
ALISABETH: Claro.
MIRY: Pensaba que lo hiciste por tus compañeros.
ALISABETH: Ah, claro, siguen dormidos. Bueno, pero eso no importa, yo lo que quería era ayudarte.
MIRY: Gracias, de nuevo. (Derrama una pequeña lágrima de felicidad)
ALISABETH: ¿Te gustaría ser la cantante de nuestra tripulación?
MIRY: ¿Yo?
ALISABETH: Claro, sería guay tenerte entre nosotros.
MIRY: Está bien, de todas formas, no haría nada quedándome aquí sola.
ALISABETH: Decidido.

Jeireddin, Moi y Ari despiertan.

MOI: (Bosteza) Buenos días...
ALISABETH: A buenas horas.

Miry ríe.
Pasan varias horas, todos los tripulantes están ya en el barco, dispuestos a partir.

ARI: Entonces, ¿hemos estado dormidos todo el rato?
BARNAU: Sí.
JEIREDDIN: Jooo, me he perdido la pelea.
ALISABETH: Bueno, pero lo que importa es que ahora tenemos a una súper cantante en la tripulación, jeje.

Todos cenan felices y se van a dormir, Alisabeth está contenta por la tripulación tan variada que está reuniendo poco a poco.

Continuará...

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